La vida con aparato

Para mi es un ejemplo de empresa en constante innovación y renovación, sin perder el rigor que todos esperamos cuando nos ponemos en manos de alguien para algo tan personal.

Espero que estas palabras sirvan también como aval para dar confianza a quien está buscando una solución como me ocurrió a mi».

Segundo, el cuidado absoluto de los más mínimos detalles que parece que no, pero están ahí: cartas de felicitación en Navidad, cera de repuesto, cambios de citas… Siempre procuráis hacernos la vida más fácil, sobre todo a los padres.

Tercero, el personal. En recepción, Cristina, Susana y por supuesto Ana, siempre amables y atentas para facilitarnos las cosas. En la clínica por dentro, Nuria, Patri, María… y sobre todo Montse. Nos parecéis excelentes profesionales y os damos las gracias sobre todo por como habéis tratado a nuestras hijas, su boca es perfecta!!!

Cuarto: la clínica es amplia, luminosa y espaciosa con los mínimos detalles cuidados al máximo. Tanto para los niños como para los padres la sala de espera es muy amena, hay todo tipo de libros, revistas, periódicos, internet, Play Station, TV… que nos hacen encontrarnos muy bien mientras esperamos.

Muchas gracias por saber tratarme».

Todo el personal de la clínica es impecable y se nota tanto desde el primer contacto telefónico hasta cuando se llega a la recepción y uno se siente gratamente atendido.

La clínica dispone de unos espacios amplios y muy cuidados que hacen que uno se sienta muy cómodo tanto si se es un niño como un adulto.
Por último sólo me queda felicitar a la Dra. Montserrat González por el trabajo realizado y enviar un cordial saludo a todo el equipo».

Ha sido, es y será para mi un placer estar en vuestras manos y aunque estoy deseando acabar con este proceso, se os echará de menos.Como sé que no puedo ir uno por uno dando las gracias, os envío este correo para hacer llegar mis felicitaciones a todo el equipo por hacerme sentir cómodo y a gusto. Muchas gracias».

El tratamiento no duele nada por el cuidado que tienen. Siempre se preocupan porque no te falte nada y te dicen las cosas con educación. Las reuniones que tenemos cada determinado tiempo están muy bien para que veamos tanto los pacientes como los padres el progreso que vamos teniendo.

Mi mandíbula y mi mordida han cambiado mucho aunque también cambió toda mi cara en general, porque aunque mi caso sea muy complicado, va progresando muy bien.

La clínica en general es muy bonita y también muy grande, tiene mucho colorido y da una sensación de amplitud y limpieza. En la sala de espera hay muchas cosas donde entretenerte en el rato que estás antes de entrar a la consulta.

Termino dando las gracias a todo el equipo. Un saludo».

A lo largo de todo el tratamiento me he sentido muy bien cuidado. En este sentido quiero destacar especialmente la vanguardia tecnológica que ofrece la Clínica, y que proporciona un alto grado de seguridad al paciente. Asimismo la periodicidad de las citas, la minuciosa explicación de todos los detalles del proceso, el tratamiento informático y la coordinación mantenida con otros profesionales (dentistas, periodoncistas), contribuyen de manera definitiva a lograr un trabajo excelente. Personalmente he quedado realmente encantado con el resultado final.

Muchas gracias a tod@s y un fuerte abrazo!

Saludos, Marco González Torre.»

Mi caso era de mordida abierta y mala oclusión, lo que me causaba mucho dolor mandibular, fuertes migrañas y malas digestiones por una deficiente masticación de los alimentos. Gracias a la buena coordinación de la ortodoncista Montse con mi cirujano, la precisión y diversas atenciones por parte del equipo, hoy por fin puedo masticar y sonreír correctamente, sin ningún problema ni dolor particular.

El proceso ha sido largo y duro, no ha sido fácil y la espera ha sido larga, sin embargo ha valido la pena. Todo esto no habría sido posible sin el gran esfuerzo y apoyo de la doctora Montse y todo su equipo. Desde el primer día que entré en la consulta me han tratado con mucha amabilidad y simpatía, me han informado en todo momento de cada tratamiento y sus posibles consecuencias, me han animado cuando mi paciencia se agotaba o cuando entraba algo decaída, me han calmado cuando me he sentido nerviosa y asustada antes de mi operación, se han preocupado profesional y personalmente por mí en todo momento en persona y por teléfono, incluso enviándome preciosas tarjetas de felicitación en cada época del año por motivos festivos o de cumpleaños.

El primer regalo que recibí cuando desperté de mi operación maxilofacial fue un libro de parte de todo del equipo, un detalle que dentro del dolor me provocó mi primera sonrisa en lo que sería mi nueva vida (como yo la llamo). En cada cita se han adaptado a mis necesidades y han sido cuidadosas, si la memoria no me falla, he sido atendida por cada una de las miembros del equipo, he visto como mi cara cambiaba en todo este proceso y también como el equipo aumentaba con futuros (tal vez) «miniortodoncistas», no ha habido ni un solo día (fuese una cita de 30 minutos o de 2 horas y media) en el que no me hayan hecho sentir cómoda.

Gracias a la doctora Montse y a todo el equipo por el buen trato, el cariño, el esfuerzo y la dedicación que mostráis con los pacientes. Yo particularmente me he sentido muy querida y arropada por todas, empezando por recepción, donde además de darme las citas, me transmitían calma, dulzura y cariño; hasta cada una de las consultas de atención, radiografías o fotografía, en las que nunca faltó un: «¿Cómo estás hoy?», y alguna que otra conversación amable y amena.

Recomendaría una y mil veces el tratarse ahí, no solo por los buenos resultados profesionales y la seriedad y eficacia en el trabajo realizado, sino también por el trato personal. Yo no me arrepiento de haberos escogido y sólo os agradezco todo y más. Os llevo en mi corazón.»