Preguntas frecuentes
La ortodoncia es una especialidad dentro de la odontología que se encarga de diagnosticar, prevenir y tratar las irregularidades dentales y faciales.
Un ortodoncista es un especialista que, tras haberse licenciado en la facultad de odontología como dentista, realiza estudios de postgrado en ortodoncia (de 2 a 3 años a tiempo completo) con el fin de adquirir conocimientos especializados suficientes para poder corregir la posición de los dientes y guiar el desarrollo de los huesos de la cara.
- Una sonrisa más bonita y armónica
- Una mejor posición de los dientes permanentes
- Mejorar la función de los dientes en la masticación y la fonación
- Conseguir una mejor distribución de las fuerzas oclusales y contribuir a un menor desgaste de los dientes y un mejor reparto de fuerzas musculares y articulares
- Lograr dientes y encías más saludables a largo plazo
- Facilitar la higiene bucal
- Reducir el riesgo de lesiones en los dientes frontales que sobresalen de la boca y en los posteriores al morder de manera más equilibrada
- Contribuir a la optimización de otros tratamientos dentales
- Disminuir la aparición de posibles complejos durante las etapas críticas del crecimiento
- Mejorar la autoestima
- Dientes superiores hacia fuera, «dientes de conejo«, se denomina «resalte»
- Dientes superiores que cubren totalmente o casi totalmente los inferiores, se llama «sobremordida o mordida profunda«
- Dientes frontales superiores por detrás de los inferiores o mordida al revés, se denomina «mordida cruzada anterior«
- Paladar muy estrecho (paladar ojival) con los premolares o molares por dentro de los inferiores, se llama «mordida cruzada posterior«
- Los dientes frontales superiores e inferiores no se tocan al morder y quedan separados al sonreír, es una «mordida abierta anterior«
- Dientes montados o girados que no tiene espacio, se llama «apiñamiento«
- Dientes separados, espacios entre los dientes
- Las líneas medias de los dientes están descentradas
- Permanencia de hábitos de succión (pulgar o chupete) después de los 6 ó 7 años de edad
- Tener problemas para masticar
- Los dientes se desgastan de forma desigual o excesiva
- Al morder, la mandíbula inferior se va hacia un lado
- Asimetrías de la cara o de los dientes
- Faltan algunos dientes y los demás se han desplazado
- Ausencia de dientes, que puede ser congénita (agenesias) o por pérdidas dentales
A edad temprana, nunca más tarde de los 7 años de edad. La mayoría de los niños no se tratan a esta edad, pero hay grandes beneficios en hacer una evaluación ortodóncica a una edad temprana:
- Los ortodoncistas pueden descubrir pequeños problemas del crecimiento de los maxilares y la salida de los dientes.
- Aunque tu niño parezca tener los dientes en una posición correcta, puede haber algún problema que sólo un ortodoncista será capaz de detectar.
- La revisión puede revelar que la mordida del niño no tiene problemas o puede ocurrir que el ortodoncista identifique un problema en el desarrollo y recomiende un seguimiento vigilando el crecimiento facial y el recambio dentario hasta el momento más apropiado para empezar el tratamiento ortodóncico. En algunos casos el ortodoncista diagnostica un problema que necesita tratamiento a edad temprana.
- El tratamiento temprano puede prevenir que se desarrollen problemas más severos y hacer que un tratamiento a una edad más avanzada sea más corto y menos complicado y con un mejor resultado.
- En muchos casos, ver al niño cuando aún todavía tiene piezas de leche y mucho crecimiento pendiente, hace posible lograr resultados que no se podrían conseguir si el tratamiento se hace una vez finalizado el crecimiento de la cara y de los maxilares.
- El tratamiento temprano ofrece la posibilidad de:
- Guiar el crecimiento de los maxilares de una manera más armónica
- Corregir hábitos orales dañinos: succión de dedo o chupete, posiciones incorrectas de la lengua al tragar o al hablar, posición incorrecta del labio inferior (atrapamiento) o mordisqueo del labio inferior…
- Mejorar el sellado labial
- Guiar la salida de los dientes permanentes a posiciones más favorables
- Disminuir el riesgo de traumatismo de los dientes superiores salidos
- Mejorar la apariencia dental y facial
- Al hacer una revisión ortodóncica temprana le estás ofreciendo a tus hijos la oportunidad de tener una sonrisa sana y hermosa y un mejor desarrollo facial.
La mayoría de los casos se corrigen mucho mejor y más fácilmente si se detectan temprano y se tratan antes de que finalice el crecimiento facial. La edad del tratamiento variará según el problema, algunos pacientes precisan un tratamiento temprano sobre los 7 años de edad pero la mayoría de los pacientes deberían tratarse en la pre-adolescencia y adolescencia. Aún así, muchos problemas se pueden corregir o mejorar en la edad adulta.
El tratamiento temprano Fase I o Interceptivo consiste en una corrección ortodóncica temprana limitada pero necesaria. Por ejemplo, con el uso de expansores palatinos u otros aparatos ortopédicos o fijos parciales.
Se hace antes de que hayan salido todos los dientes permanentes durante la dentición mixta. Este tratamiento sólo lo precisan algunos pacientes y se suele hacer entre los 6 y 10 años de edad. Se recomienda en algunos casos para expandir el paladar y corregir mordidas cruzadas con asimetrías faciales, en casos severos de sobremordidas, retrognatismo mandibular, de prognatismo mandibular o retrognatismo maxilar, para eliminar hábitos bucales dañinos y para preservar o crear espacio para los dientes permanentes e intentar evitar extracciones de piezas permanentes.
El tratamiento Fase II (llamado así en los casos en los que ya hubo un tratamiento Fase I previo) es un segundo tratamiento necesario tras la Fase I. Es un tratamiento completo que consiste en la colocación de un aparato fijo en ambas arcadas, generalmente con todos dientes permanentes o en dentición mixta tardía y en ocasiones acompañado de aparatos complementarios funcionales (que dirigen el crecimiento). Este tratamiento suele realizarse cerca del inicio del pico del crecimiento de la pubertad que habitualmente se sitúa entre los 11 y 13 años de edad.
La mayoría de los pacientes recibirán un sólo tratamiento completo a esta edad, en preadolescencia o adolescencia. Es decir, muy pocos pacientes necesitan un tratamiento en dos fases.
Por supuesto que sí.
A pesar de que la edad ideal para tratar la mayoría de los casos es la preadolescencia y adolescencia, el tratamiento ortodóncico se puede hacer a cualquier edad. Todos deseamos una sonrisa hermosa y saludable. Actualmente, sobre el 40% de nuestros pacientes de ortodoncia son adultos.
Los aparatos de ortodoncia fijos permiten ejercer fuerzas suaves y constantes sobre los dientes guiándolos poco a poco a sus posiciones correctas. Consisten en brackets, que van pegados a los dientes, y arcos (alambres) de diferentes aleaciones que se van cambiando a lo largo del tratamiento.
Los tiempos de tratamiento varían en cada caso, pero el tiempo promedio es de 2 años.
El tratamiento en sí puede verse afectado por el ritmo del crecimiento del paciente y el grado necesario de corrección.
La duración del tratamiento también depende de la cooperación del paciente.
El seguir las instrucciones del uso del aparato, una buena higiene bucal y mantener las visitas regulares al ortodoncista son imprescindibles para completar el tratamiento en el plazo programado.
La colocación del aparato no provoca dolor en absoluto. Sin embargo, tras la colocación del aparato, los primeros días, se pueden sentir molestias en los dientes. Los labios y la parte interior de las mejillas pueden necesitar de una a dos semanas para acostumbrarse al aparato.
Estas molestias se suelen controlar eficazmente con dieta blanda, colocando cera de ortodoncia sobre el aparato y, en algunos casos, tomando algún analgésico como Ibuprofeno (Dalsy, Espidifen, Neobrufen…) o Paracetamol (Termalgin, Efferalgan, Gelocatil…).
No. Se recomienda, no obstante, que los pacientes con aparato de ortodoncia usen un protector bucal al practicar actividades deportivas de contacto.
No. Sin embargo, puede ser necesario un periodo inicial de adaptación. Además, se puede proporcionar al paciente cera ortodóncica o protectores dentales para evitar molestias.
Sí, debes seguir acudiendo a tu dentista cada seis meses para realizar limpiezas profesionales y revisiones dentales.